El autor aborda en este libro la crisis del
hombre público, a partir de la falta de equilibrio que existe hoy entre
la vida pública y la vida privada. Nos muestra cómo escasean en nuestras
vidas los placeres y la ayuda que significa el intercambio con nuestros
conciudadanos; cómo el extraño es un ser amenazador; cómo el silencio y
la observación son ahora los únicos modos de experimentar la vida
pública; y cómo la vida privada se distorsiona a medida que enfocamos
toda nuestra atención sobre nosotros mismos. A raíz de esto, nuestras
personalidades no se desarrollan con plenitud, perdemos el espíritu del
ocio y del juego y el sentido de la discreción personal que nos
permitirían unas relaciones reales y cómodas con el resto de la
sociedad. Una teoría tan fascinante como importante para una mejor
comprensión de la sociedad actual y de nuestras ideas sobre la identidad
individual. Prólogo de Salvador Giner.
«Un gran intento de volver a examinar los supuestos y objetivos de los años sesenta y trascenderlos sin traicionar sus ideales. Compren y lean este libro, es imprescindible» (Christopher Lehmann-Haupt, The New York Times).
«Una evocación fascinante de los estilos cambiantes de la expresión pública y privada» (Robert Lekachman, Saturday Review).
«Un gran intento de volver a examinar los supuestos y objetivos de los años sesenta y trascenderlos sin traicionar sus ideales. Compren y lean este libro, es imprescindible» (Christopher Lehmann-Haupt, The New York Times).
«Una evocación fascinante de los estilos cambiantes de la expresión pública y privada» (Robert Lekachman, Saturday Review).
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